La respiración consciente es una forma sencilla y eficaz de reducir el estrés y aumentar la concentración. Para empezar, busca un lugar tranquilo donde puedas sentarte o tumbarte cómodamente. Cierra los ojos y respira profundamente por la nariz, llenando los pulmones de aire. Aguante la respiración durante unos segundos y luego exhale lentamente por la boca. Mientras respira, centre su atención en la sensación del aire entrando y saliendo de su cuerpo. Observe el ascenso y descenso de su pecho o abdomen con cada respiración. Si su mente comienza a divagar, regrese suavemente su atención a su respiración. Puedes practicar la respiración consciente durante sólo unos minutos cada día, aumentando gradualmente la cantidad de tiempo a medida que te sientas más cómodo con la práctica.
Es importante tener en cuenta que la respiración consciente no se trata de cambiar la respiración de ninguna manera, sino simplemente de observarla. Si le resulta difícil concentrarse en la respiración, puede intentar contar cada inhalación y exhalación, o repetirse una palabra o frase con cada respiración.
Existen varias técnicas para la respiración consciente, que incluyen contar las respiraciones, respirar profundamente y respirar de 2 a 4. Una forma básica de practicar la respiración consciente es concentrarse en inhalar y exhalar mientras está de pie o sentado . Otra técnica consiste en una meditación respiratoria de seis minutos para reducir el estrés, la ansiedad y las emociones negativas. Practicar la respiración consciente con regularidad puede proporcionar beneficios como la reducción del estrés, una mayor calma y claridad y la promoción de la felicidad.
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